Esta foto la tomé en febrero de 2006 en una visita a la Torre Latinoaméricana ubicada en la esquina que forman las calles de Madero y el Eje central Lázaro Cárdenas en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Este aparato llamado Carillon Schulmerich da la hora tocando cada quince minutos campanas que se escuchan en todo el centro, además de piezas musicales.
George Schulmerich es el productor más grande del mundo de carillones y de campanas, de los únicos cuatro que existen. Fundó su compañía “Schulmerich Bells” en 1935, la cual resistió a la depresión cuando los artículos de lujo tales como campanas no eran considerados un artículo esencial incluso para una iglesia.
Sin embargo, un pedido para un carillón electrónico por la iglesia Methodist de la avenida de la universidad en Summerville del oeste, el MA, y una venta del carillón a la ciudad de los muchachos de Flanagan del padre en Nebraska ayudó a la compañía a establecer una reputación nacional.
Probablemente uno de las razones del éxito de los carillones de Schulmerich es el hecho de que las campanas siguen siendo una parte importante de nuestra herencia musical e histórica.
Si vives en la ciudad de México o estas de visita, vale la pena que te des una vuelta a la Torre Latinoamericana, conozcas el Carillon Schulmerich y disfrutes del enorme paisaje que te brinda su altura.
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