AZUL AMOR Bernardo Esquinca

"¿Me amas?", preguntó el joven de los ojos marrones. "Por supuesto que no", respondió la muchacha con sus labios torpes pero irresistibles. "¿Entonces...?" Andrés no pudo continuar, los besos de Ana exigían silencio. Las manos de él entraron por debajo de la blusa, del brasier.
La oscuridad en el parque era completa. Dos respiraciones agitadas se escuchaban por encina del canto de los grillos.
De pronto los pechos de Ana se iluminaron, fosforescentes, salpicando los árboles cercanos de color azul. Ninguno de los dos se dió cuenta, continuaron entregados al momento.
Cuando Andrés llegó a su casa se quitó las botas para no hacer ruido. En la penumbra de su cuarto descubrió que en los dedos tenía unas pequeñas manchas azules que le iluminaban el rostro. Sin saber por qué sintió una calma absoluta.
Entonces durmió y soñó con cielos profudnos por los que navegaba convertido en ese polvo de estrellas que algunos llaman amor.


Autor: Bernardo Esquinca
Relato que forma parte del libro "La mirada encendida" Primera edición 1993 ISBN 968-29-5497-5 Fondo Editorial Tierra Adentro.